La vida y la organización de los seres orgánicos son de un forma tal, que los seres orgánicos hacen confusiones con la vida. La vida tiene sus organizaciones muy claras para quien lo sabe vivir. Pero para quien no lo sabe vivir, se vuelve desorganizada y los seres orgánicos imperan en la degradación de ellos mismos, en la degradación de la vida.
¿Lo que vale el viviente tener vida, vivir y no saber vivir? No vale nada. Porque cuanto más busca se organizar en la vida, más se desorganiza, y se desorganizando más sufrimiento lo viene tragando y más sufrimiento. Es como la marea, siempre contra la marea, dentro del mar revuelto. Y se queda el viviente en este crepúsculo amargo, en este sueño de sufrido desesperado, en este sueño de lágrimas, en esta pesadilla infernal, pensando en una infinidad de cosas y no sabiendo cómo resolver su ideal.
Libro Universo en Desencanto - Volume I da Obra
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